jueves, 5 de junio de 2008

en este mismo instante
mientras escribo este poema que ayer te prometí
pienso en agujas traspasando venas inflamadas en descampados de hielo
en los asépticos vómitos de las pantallas de televisión
en la radiografía del dolor desbordándose por el cauce urgente de los hospitales
en el hambre de los desposeídos de los marginados de los inocentes

en tu boca muda llena de miles de besos

en las miserables vidas de este miserable mundo y su miserable dios con su miserable bondad infinita

en el cobre dulce de tu sexo
en su rumor de caracola antigua que me emborracha los sentidos

en la sangre abonando la tierra para que crezcan radiantes otras nuevas guerras
en los cuerpos mutilados
en las heridas resecas

en tu vientre de luz y esperanza

en los discursos de los imbéciles y su aprovechada media idea
en la oscuridad en las sombras
en el abandono en la soledad en el miedo
en un andén vacío en una tarde de invierno
en la mirada triste de los ancianos
en la derrota
en los escaparates del deseo y su ineludible venganza
en los cementerios que no visito en los cementerios que me esperan
en lo difícil que me resulta hablar del amor y olvidar todo lo que le rodea
en que estarás pensando que así no….. que este no es el poema….
y quizás tengas razón
este no es el poema que ayer te prometí.

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