martes, 9 de octubre de 2007

INQUIETANTE

Se preguntaba Rosa Montero en su columna de ayer, porqué ahora sí que nos escandaliza Birmania y antes no, y porqué ahora no nos escandaliza que Karzai (el presidente de Afganistán) ofrezca a los talibanes entrar en el Gobierno. Y termina su artículo con la frase: "qué inquietante".
A mí lo que me resulta inquietante es que alguien lance esas preguntas como si no estuviera clara su respuesta, como si no se quisiera creer en la respuesta que nos imaginamos, como si nos asustase nombrar la respuesta, como si tuviéramos miedo a conocer la verdad.
Bien, probemos. Lo haré también en forma de pregunta para no perturbar nuestra "paz intelectual" (oxímoron, contradicción entre las partes, donde hay un intelectual no hay ni puede haber paz): ¿será porque los intereses económico-políticos necesitan ahora que no se visualice el fracaso de la guerra "contra el mal" y para eso viene bien un nuevo escenario de terror en forma de dictadura militar?