jueves, 20 de mayo de 2010

EL MERCADO

Cuando las empresas que cotizan en Bolsa quieren mandar un mensaje al Mercado de firmeza, agilidad, decisión y responsabilidad, anuncian a través de los medios de comunicación una reducción de plantilla, una fusión (con disminución de costes y competencia) o como poco, una redefinición estratégica en sus políticas comerciales.
Cuando un Estado quiere reforzar su imagen, luchar contra la pérdida de confianza de su economía, calmar las presiones a su deuda pública, anuncia a los titulares del Mercado (banqueros, analistas, instituciones financieras) una decidida reducción del déficit: recorte del gasto público, reforma del mercado de trabajo, ampliación de la edad de jubilación, etc.
Cuando una empresa se dirige al Mercado, es un discurso entre iguales. Ni empresas ni mercados son democráticos.
Cuando un Estado "democrático" habla con el Mercado, y entrega la vida de sus ciudadanos como prenda y les sacrifica en el altar de la oferta/demanda está traicionando su mandato constitucional.
Y esto, aunque les suene aquí y ahora, transciende este momento y lugar. Claro.

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